Saturday, October 15, 2011

Vigesimo noveno Domingo del Tiempo Ordinario, 16 octubre 2011

(Isaías 45, 1,4-6; Tesal 1, 1-5b; Mt. 22, 15-21)

Las lecturas de este Domingo nos hablan de un tema muy discutido de hoy - el de la relación entre la religión y el Estado. Contesto Jesús a los fariseos: ¨”Que imagen trae la moneda con que le pagan el impuesto al gobierno?” “ El de Cesar!” "Pagadle al Cesar lo que es de Cesar, y a Dios lo que es de Dios." Jesús no se identifica con el Cesar, aunque sabe que se debe aceptar la situación. Es importante el gobierno humano y las instituciones, pero es mas importante que el hombre sabe y reconoce que el pertenece a Dios y lleva grabada en su alma y corazón, la imagen y semejanza de Dios y tienen que vivir según esta imagen como verdadero hijos, poniendo Dios primero en su vida delante de todo. Las monedas cambian y pasan de modo. La imagen de Dios, sin embargo, permanece en los que hemos recibido el Espíritu Santo. No hay varios señores. No ha de haberlos. Dios es el único Señor y no hay otro y somos Sus hijos, cada uno de nosotros.

Es necesario de respetar al gobierno y tomar en serio nuestras obligaciones y responsabilidades al gobierno y Estado y sus leyes, como buenos ciudadanos y hijos del hombre y promover la paz y el bien común. Al mismo tiempo, como hijos de Dios, servimos al Señor y trabajamos por Su reino y tenemos dar testimonio y llevar en práctica nuestra fe y amor de Dios en medio de la sociedad en el cumplir de esas actividades y responsabilidades cívicas. Primero entre todo es usar nuestro poder en las elecciones y elegir candidatos que respetan la vida y dignidad y conciencia de cada persona y promueven leyes justas que protegen la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural; que promuevan y respetan la dignidad y integridad del matrimonio y de la familia como Dios lo ha creado, según la ley natural y la ley de Dio; y mucho mas valores y derechos Cristianos y familiares.

Siguiendo este tema de la relación entre la religión y el Estado y nuestra responsabilidad Cristiana de dar testimonio de nuestra fe en el mundo de hoy, acaba de salir del Obispado, la nueva carta pastoral del Mons. Don Francisco Cerro Cháves. El titulo es "Id a vosotros tambien a Mi viña."

Aunque esta carta pastoral es un comentario del evangelio sobre trabajando en la viña (y el reino) del Señor para toda la Iglesia, esta dirigida, en una manera especial, a los fieles laicos, para realizar un acercamiento a su propia vocación como laico y la profunda espiritualidad que brota de su bautismo.

Ser laicos es "estar en la viña y estar en el mundo” llamados a ser "santos e irreprochables" ante El Señor por el Amor. Creer que para ser fiel al proyecto de Amor del Señor no debemos salirnos de este mundo, al que tanto amo Dios que le entrego a Su propio Hijo. (Jn 3) El estar en la Iglesia y en el mundo exige nuestra conversión profunda. Lo secular no es ser mundano. Tiene unas exigencias que tienen mucho que ver con "sal y luz" porque dice el Señor: “Vosotros son la sal de la tierra y la luz del mundo. Si la sal se vuelve sosa, "quien podrá salar el mundo? Tampoco se esconde una luz para meterla debajo del celemín." Su fe cristiana y su amor de Dios, tienen que brillar delante de los hombres.

En el Plan Pastoral de la Diócesis, el laicado es convocado, y sobre todo, llamado a vivir la vocación de "transformar el mundo según el Corazón de Dios." como nos recuerda el Concilio de Vaticano II. La vocación laical tiene una espiritualidad propia, donde la unión con Cristo y el servicio a la Iglesia y a los más pobres, se unen desde las entrañas del mundo. Es necesario recordar una y otra vez que los laicos son ese "gigante dormido" que hay de despertar, si queremos verdaderamente hacer realidad la nueva evangelizacion.

Vivir con gozo en el seno de la Iglesia, para la vida del mundo es descubrir y vivir a Cristo que, como nos recuerda Papa Benedicto XVI,
en ese encuentro comienza nuestra vida cristiana, una vida nueva.

En la introducción de esta carta pastoral, dice: " El Señor Obispo ha escrito esta Exhortación para animar a la Iglesia que peregrina en Coria-Cáceres. Con ella quiere reavivar el fuego del Espíritu Santo que todos hemos recibido en la Confirmación y que los presbíteros recibieron para el servicio al Pueblo de Dios del que forman parte y que saben como nos exhorto el Papa Juan Paulo II, que "una parroquia no puede funcionar sin la participación de los laicos."

Con el fuego del Espíritu, los laicos han de gritar que "ellos son la Iglesia," de esta manera saltaran chispas que prenderán en otros laicos "apagados", pues "la Iglesia es de todos y de cada uno, y todos somos responsables de su vida y de su desarrollo...Con su presencia publica, hacen presente a la Iglesia en el mundo y animan y transforman la sociedad según el espíritu del Evangelio. Al mismo tiempo participan en la Iglesia como hombres y mujeres de la sociedad civil.

El señor Obispo señala el surco a seguir siempre, no solo en este ano del Laico: "La comunión traducida en corresponsabilidad, coparticipación, colaboración,. Desde la comunión se construye día a día como un tejido de relaciones interpersonales verdaderas y fraternas.

Los carismas, ministerios, encargos, servicios del Laico Cristiano son riquezas, "fueguitos" que se complementan entre si, a favor de todos, con el apoyo de su párroco y sacerdote como "hermano entre hermanos."

Clave en este ano dedicado al Laicado es que en todos los rincones de nuestra diócesis, en cada parroquia, en cada movimiento, cada laico se proponga "la necesidad urgente de asociarse con otros Cristianos," dando testimonio de nuestra comunión y unión en la Iglesia, llevando acabo la misma misión de Cristo en el mundo de hoy!

No comments:

Post a Comment