(Is 63, 16b-17, 64,1, 3b-8; 1Cor. 1, 3-9; Mc 13, 33-37)
En la vida de la Iglesia, el tiempo de Adviento es uno de los tiempos mas hermosos y bendecidos en cuando preparamos para celebrar el nacimiento de Jesucristo, Nuestro Señor! Es el tiempo en que recordamos en una manera especial, el misterio de la Encarnación: que Dios se hizo hombre. Y no solamente lo recordamos y celebramos con gratitude y devocion, este gran misterio de nuestra fe, sino que Dios, por medio del Espiritu Santo y Su Divina Palabra, nos da a comprender y vivir este misterio de la Encarnación en nuestra propia vida. Nos enseña sobre la grandeza de la creación y la dignidad de cada persona y que El creo todas las cosas buenas y por el bien de los hombres y que como cada ser humano esta creado en la imagen y semejanza de Dios y llamados a compartir en Su gloria y majestad. Llegamos a conocer a Dios como nuestro Creador y verdadero Padre. En este tiempo y por medio del misterio de la Encarnación, Dios nos da gracia a ver Su presencia en toda la creación, en todas Su criaturas, ver la grandeza de Dios, Su majestad, Su poder, Su bondad, Su belleza, porque el Creador y Artista esta reflejado en las obras que ha hecho. Nos enseña que Dios ha dado la vida a toda la creación y nos da un sentido de reverencia, respeto y amor para la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Y promover una cultura de vida no de muerte. Y ver la dignidad de cada persona creado en la imagen de Dios y promover esta dignidad, y que sea revelada mas y mas esta dignidad e imagen de Dios en nosotros y en todos los demas. Hay aun mas gracias y bendiciones que Dios quiere compartir con nosotros durante este Adviento por medio de la Encarnación y Nacimiento de Su Hijo Jesucristo
Por eso necesitamos estar atentos y vigilantes ante el Senor esperando Su presencia y escuchando Su mensaje y palabra. Porque El viene hoy a nuestras vidas y tenemos descubrirlo en nuestra propia alma y corazon, en las personas que nos rodean y en los diferentes acontecimientos de nuestra vida diaria. El viene trayendo Sus gracias y bendiciones para iluminarnos y transformarnos mas y mas en nuevas criaturas y concedernos todo lo que necesitamos para vivir en la dignidad de ser hijos de Dios.
Para prepararnos asi en este tiempo de Adviento en primer lugar tenemos tomar tiempo con el Señor cada dia en la oracion personal. Como vamos escuchar la voz y inspiración del Señor si no pensemos en El y no nos ponemos en una disposición de comunicar con El, como hablamos cada dia con vecinos, tenemos hablar con Dios cada dia en un dialogo verdadero que quiere decir yo lo escucho y le dejo a Dios hablar conmigo y yo hablo con El, como Moisés hablo, cara a cara con Dios. Tenemos hablar asi con Dios como una persona, un padre, un amigo, un conocido. En esta manera comenzamos la comunicación y dialogo, tomando tiempo para rezar en la Iglesia , en la casa o en el trabajo. Asi es Dios nos da gracia especial en Adviento para rezar y comunicar con El y abrir nuestras almas y corazones a Su divina presencia y las nuevas bendiciones El desea a comunicar a cada una de nosotros, con gozo y alegria para preparar la venida del Señor y la celebración de Su nacimiento.
La otra actitud en nuestra preparación es una actitud de paciencia y esperanza que Dios nos va a revelar cosas grandes y maravillosas en nuestra vida por medio de este misterio de Su encarnación y Su nacimiento entre nosotros. Una actitud y confianza que Dios es todopoderoso y con Dios todo es posible, todo lo bueno, todo lo bello, todo lo verdadero. Dice en la segunda lectura de la Misa, Dios quiere amontonar Sus dones y bendiciones sobre nosotros y todos los hombres. Entre todos los dones que Dios nos ha dado, el don de Su Hijo es el don mas precioso. Para apreciar este don y dar continuo gracias al Padre por Su Hijo nos prepara a recibir aun mas bendiciones y favores de las manos de Dios – todo lo que puede soñar y esperar es posible delante del Señor todopoderoso para los que creen en Su nombre y creen en Su palabra y obedecen Su voluntad. Ellos compartiran tambien, la gloriosa herencia de los hijos de Dios.
Nuestra devocion a la Virgen Maria el la clave de nuestra preparación en el tiempo de Adviento. Porque si Dios ha decidido de darnos el don mas precioso de Su Hijo Jesucristo por medio de la fe, amor y maternidad de Maria, es tambien Su santa voluntad de darnos otros dones, de la naturaleza y de lo espiritual, por medio de esta misma madre la Virgen Santisima. (San Luis de Montfort: la Verdadera Devocion a la Virgen Maria) Ella es nuestro modelo – Su actitud y disposición de oracion, paciencia y esperanza, humildad, confianza en Dios y en Su Palabra, abriendo su alma y corazon al mensaje de Dios en dialogo con El. Y Dios le ha bendecido a ella, con toda clase de bendiciones, mas que todas otras criaturas, especialmente lo que estamos preparando a celebrar en este tiempo de Adviento - la obra del Espiritu Santo en la Encarnación de Jesucristo y Su Nacimiento como Salvador del mundo. Una obra mas maravillosa entre todas las obras de Dios, para nosotros y para todos los hombres y esta obra fue realizado en la vida de Maria.
Sunday, November 27, 2011
Saturday, November 19, 2011
La Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, 20 noviembre 2011
(Ezequiel 34, 11-12, 15-17; Corinthios 15, 20-26,28; Mt. 25, 31-46)
Hemos llegado hoy al fin de nuestro año litúrgico. Celebramos la gran Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. Con toda la Iglesia proclamamos Jesucristo, Rey del Universo, Rey de los Ángeles y los Santos, Rey de todos los Pueblos, Rey de nuestras familias, Rey de nuestras almas y corazones. Es un Rey bastante extraño bien distinto de los gobernantes de este mundo. Pues Cristo Jesús no busca dominar sino servir, ni se impone por la fuerza sino por el amor y no vive en la riqueza sino que nace en un estable y una cueva y muere en el patíbulo. Y antes de venir en toda Su gloria y majestad, Su corona no es de oro sino de espinas y Su trono es la cruz. Para servirle a El es a servir a los demás.
Proclamar a Jesucristo y aceptarlo y como nuestro Rey quiere decir que es El quien dirige nuestra vida; que es El quien ocupa el centro de nuestros pensamientos y de nuestro corazón porque buscamos pensar, sentir y actuar como El. Quiere decir que en nuestras familias, en nuestras relaciones entre vecinos, en la comunidad, buscamos y obramos para realizar Su reino que es un reino de verdad y de vida, un reino de santidad y de gracia, un reino de justicia, amor y la paz.
Cuando yo estaba sirviendo como párroco en Texas, en la Iglesia de San Antonio de Padua, iniciamos una devoción bien hermosa en honor de Cristo Rey. Con una estatua del Sagrado Corazón de Jesús puesta en el santuario, comenzamos la Santa Misa con una procesión. Después del sacerdote y monaguillos y los servidores del altar y los lectores, seguio una familia, padre y madre con sus hijos. La madre, acompañada por su esposo, trajo sobre un cojín una corona, y los hijos con flores y velitas, adelante. Cuando llegaron al santuario, los hijos colocaron alrededor de la estatua del Sagrado Corazón, sus flores y velitas y después de una oración del sacerdote y un himno, alabando y glorificando Cristo Rey del Universo, el padre de la familia tomo la corona de su esposa y corono el Sagrado Corazón. En este momento todos nosotros consagramos nuestras vidas y nuestras familias, nuestra comunidad y nuestra parroquia al Sagrado Corazón de Jesús y después de la homilía renovamos nuestras promesas bautismales en honor de Cristo Rey. Durante la semana cada día, ofrecimos oraciones y peticiones en Su honor, como una novena de siete días, hasta del primer domingo de Adviento, para todas las necesidades e intenciones personales, de las familias y de la parroquia!
En México y América del Sur, devoción a Cristo Rey es muy famosa y celebran este día con una gran procesión y con mucho gozo y alegría. Tiene un canto en Su honor que se llama: "Viva Cristo Rey, viva Cristo Rey!” Padre Pro, un mártir Mexicano durante la revolución en México, murió cantando este canto. Muchos lucharon por su fe Católica en ese país bajo la bandera de Cristo Rey. Nos dan ánimo en nuestros días porque hay hoy en toda la Europa, y en España también, un espiritu de secularismo muy fuerte contra la fe en Dios que separa la fe y amor de Dios de la vida ordinaria y diaria. Este secularismo es la causa de mucha indiferencia hacia la religión, la Iglesia y la fe Catolica y la causa de la falta de poner en práctica lo que creemos; hay más non practicantes que practicantes hoy que antes; hay tambien influjos extraños y políticos con diferentes ideales y filosofías contra la fe en Dios. Datos estadísticos dicen que en España la mayoría son Católicos pero solamente 17 por ciento van a la Misa. Nuestro obispo, con los otros obispos, sabe de esta realidad. Por eso nos ha escrito, Don Francisco en su ultima carta pastoral, que yo ya he comentado y compartido con vosotros en Misas anteriores - una exhortación, llena de luz, esperanza y el Espíritu Santo para despertar los fieles seglares y laicos Cristianos - ese gigante dormido - sobre su gran vocación, como piedras vivas y fueguitos de la Iglesia que iluminan el mundo con la luz de su fe que son testigos y mensajeros de la buena noticia de salvación, que han de transformar este mundo en una civilización de amor y en una cultura de vida, no de muerte.
En los dos domingos anteriores hemos escuchado la palabra de Dios que nos ha dicho que debíamos permanecer atentos a la venida del Señor y teníamos la responsabilidad de utilizar y hacer crecer los talentos y dones que Dios nos ha confiado y nos ha dado. Este domingo de la Solemnidad de Cristo Rey, aun se nos aclara mas su mensaje: Jesucristo vendrá como Rey, como Señor y Juez, a tomar cuenta de la administración que hayamos hecho de los bienes, de los talentos y de los dones, que El nos ha dado para multiplicar y compartir con los demás, como El mismo multiplico los panes y pescados para alimentar y satisfacer a tanta gente. Y nuestra fe es uno de los dones mas precioso que Dios nos ha dado, no para ser escondida sino para crecer y multiplicar y iluminar nuestra vida y todo el mundo y a todos los hombres con la luz de la verdad.
La Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo es una llamada a toda la Iglesia a despertarnos y renovarnos en nuestra fe Católica, a vivir el compromiso de nuestro bautismo, luchar contra el mal en todas sus formas y dar un fuerte testimonio de nuestra fe y amor de Dios, en nuestras familias entre nuestros hijos, en la comunidad entre nuestros vecinos, en la parroquia entre nuestros mismos hermanos y hermanas en Cristo, para animar a los unos a los otros en nuestro amor a la Iglesia y en nuestro servicio humilde y generoso en compartir nuestros dones y talentos para la gloria de Dios y el bien de los hombres.
Este es la llamada de Cristo Rey, triunfo y glorioso, en el poder de Su amor que vence todo lo malo, todo los engaños y todo lo que no es de Dios. Y El nos ha comunicado este poder, esta victoria, a nosotros. Porque en el Bautismo y en la Confirmación fuimos ungidos con el mismo óleo santo y la misma crisma para ser Cristos: miembros vivos de Cristo Sacerdote, Cristo Profeta, Cristo Rey, discípulos de la nueva evangelización, mensajeros de las buenas noticias de la salvación y obradores en la viña de nuestro Padre eterno!
La Virgen Maria, nuestra Madre santísima nos anima y nos ayuda a vivir nuestras vocaciones. Ella es nuestra abogada, modelo y maestra en el vivir de nuestro compromiso bautismal. No era sacerdote, ni religiosa, pero madre, esposa, laica fiel y humilde servidora y seglar! Y Dios obro cosas maravillosas en ella, todo lo que podía. Porque Ella abrió su alma y corazón al amor de Dios y Su Palabra Divina y llego a ser un Instrumento poderoso en las manos de Dios por la salvación del mundo. Si honramos hoy a nuestro Señor Jesucristo como Rey del Universo, honramos también Su Santísima Madre, La Virgen Maria, quien esta siempre a Su lado, como la Reina de toda la Creación. Asi sea!
Hemos llegado hoy al fin de nuestro año litúrgico. Celebramos la gran Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. Con toda la Iglesia proclamamos Jesucristo, Rey del Universo, Rey de los Ángeles y los Santos, Rey de todos los Pueblos, Rey de nuestras familias, Rey de nuestras almas y corazones. Es un Rey bastante extraño bien distinto de los gobernantes de este mundo. Pues Cristo Jesús no busca dominar sino servir, ni se impone por la fuerza sino por el amor y no vive en la riqueza sino que nace en un estable y una cueva y muere en el patíbulo. Y antes de venir en toda Su gloria y majestad, Su corona no es de oro sino de espinas y Su trono es la cruz. Para servirle a El es a servir a los demás.
Proclamar a Jesucristo y aceptarlo y como nuestro Rey quiere decir que es El quien dirige nuestra vida; que es El quien ocupa el centro de nuestros pensamientos y de nuestro corazón porque buscamos pensar, sentir y actuar como El. Quiere decir que en nuestras familias, en nuestras relaciones entre vecinos, en la comunidad, buscamos y obramos para realizar Su reino que es un reino de verdad y de vida, un reino de santidad y de gracia, un reino de justicia, amor y la paz.
Cuando yo estaba sirviendo como párroco en Texas, en la Iglesia de San Antonio de Padua, iniciamos una devoción bien hermosa en honor de Cristo Rey. Con una estatua del Sagrado Corazón de Jesús puesta en el santuario, comenzamos la Santa Misa con una procesión. Después del sacerdote y monaguillos y los servidores del altar y los lectores, seguio una familia, padre y madre con sus hijos. La madre, acompañada por su esposo, trajo sobre un cojín una corona, y los hijos con flores y velitas, adelante. Cuando llegaron al santuario, los hijos colocaron alrededor de la estatua del Sagrado Corazón, sus flores y velitas y después de una oración del sacerdote y un himno, alabando y glorificando Cristo Rey del Universo, el padre de la familia tomo la corona de su esposa y corono el Sagrado Corazón. En este momento todos nosotros consagramos nuestras vidas y nuestras familias, nuestra comunidad y nuestra parroquia al Sagrado Corazón de Jesús y después de la homilía renovamos nuestras promesas bautismales en honor de Cristo Rey. Durante la semana cada día, ofrecimos oraciones y peticiones en Su honor, como una novena de siete días, hasta del primer domingo de Adviento, para todas las necesidades e intenciones personales, de las familias y de la parroquia!
En México y América del Sur, devoción a Cristo Rey es muy famosa y celebran este día con una gran procesión y con mucho gozo y alegría. Tiene un canto en Su honor que se llama: "Viva Cristo Rey, viva Cristo Rey!” Padre Pro, un mártir Mexicano durante la revolución en México, murió cantando este canto. Muchos lucharon por su fe Católica en ese país bajo la bandera de Cristo Rey. Nos dan ánimo en nuestros días porque hay hoy en toda la Europa, y en España también, un espiritu de secularismo muy fuerte contra la fe en Dios que separa la fe y amor de Dios de la vida ordinaria y diaria. Este secularismo es la causa de mucha indiferencia hacia la religión, la Iglesia y la fe Catolica y la causa de la falta de poner en práctica lo que creemos; hay más non practicantes que practicantes hoy que antes; hay tambien influjos extraños y políticos con diferentes ideales y filosofías contra la fe en Dios. Datos estadísticos dicen que en España la mayoría son Católicos pero solamente 17 por ciento van a la Misa. Nuestro obispo, con los otros obispos, sabe de esta realidad. Por eso nos ha escrito, Don Francisco en su ultima carta pastoral, que yo ya he comentado y compartido con vosotros en Misas anteriores - una exhortación, llena de luz, esperanza y el Espíritu Santo para despertar los fieles seglares y laicos Cristianos - ese gigante dormido - sobre su gran vocación, como piedras vivas y fueguitos de la Iglesia que iluminan el mundo con la luz de su fe que son testigos y mensajeros de la buena noticia de salvación, que han de transformar este mundo en una civilización de amor y en una cultura de vida, no de muerte.
En los dos domingos anteriores hemos escuchado la palabra de Dios que nos ha dicho que debíamos permanecer atentos a la venida del Señor y teníamos la responsabilidad de utilizar y hacer crecer los talentos y dones que Dios nos ha confiado y nos ha dado. Este domingo de la Solemnidad de Cristo Rey, aun se nos aclara mas su mensaje: Jesucristo vendrá como Rey, como Señor y Juez, a tomar cuenta de la administración que hayamos hecho de los bienes, de los talentos y de los dones, que El nos ha dado para multiplicar y compartir con los demás, como El mismo multiplico los panes y pescados para alimentar y satisfacer a tanta gente. Y nuestra fe es uno de los dones mas precioso que Dios nos ha dado, no para ser escondida sino para crecer y multiplicar y iluminar nuestra vida y todo el mundo y a todos los hombres con la luz de la verdad.
La Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo es una llamada a toda la Iglesia a despertarnos y renovarnos en nuestra fe Católica, a vivir el compromiso de nuestro bautismo, luchar contra el mal en todas sus formas y dar un fuerte testimonio de nuestra fe y amor de Dios, en nuestras familias entre nuestros hijos, en la comunidad entre nuestros vecinos, en la parroquia entre nuestros mismos hermanos y hermanas en Cristo, para animar a los unos a los otros en nuestro amor a la Iglesia y en nuestro servicio humilde y generoso en compartir nuestros dones y talentos para la gloria de Dios y el bien de los hombres.
Este es la llamada de Cristo Rey, triunfo y glorioso, en el poder de Su amor que vence todo lo malo, todo los engaños y todo lo que no es de Dios. Y El nos ha comunicado este poder, esta victoria, a nosotros. Porque en el Bautismo y en la Confirmación fuimos ungidos con el mismo óleo santo y la misma crisma para ser Cristos: miembros vivos de Cristo Sacerdote, Cristo Profeta, Cristo Rey, discípulos de la nueva evangelización, mensajeros de las buenas noticias de la salvación y obradores en la viña de nuestro Padre eterno!
La Virgen Maria, nuestra Madre santísima nos anima y nos ayuda a vivir nuestras vocaciones. Ella es nuestra abogada, modelo y maestra en el vivir de nuestro compromiso bautismal. No era sacerdote, ni religiosa, pero madre, esposa, laica fiel y humilde servidora y seglar! Y Dios obro cosas maravillosas en ella, todo lo que podía. Porque Ella abrió su alma y corazón al amor de Dios y Su Palabra Divina y llego a ser un Instrumento poderoso en las manos de Dios por la salvación del mundo. Si honramos hoy a nuestro Señor Jesucristo como Rey del Universo, honramos también Su Santísima Madre, La Virgen Maria, quien esta siempre a Su lado, como la Reina de toda la Creación. Asi sea!
Sunday, November 13, 2011
Trigesimo tercer Domingo del Tiempo Ordinario, 13 noviembre 2011
(Proverbios 31, 10-13, 19-20, 30-31; Tesalon 5, 1-6; Mt. 25, 14-30)
Estamos llegando al último domingo de nuestro ano litúrgico cuando Jesucristo viene al fin del mundo como Rey del Universo. El próximo domingo celebraremos la Solemnidad de Cristo Rey. Por eso, como el domingo de hoy, las lecturas nos llaman a la atención de la preparación que debemos tener antes que llega El Señor. Que no somos personas necias, ni descuidadas, sin fe y amor de Dios, pero, personas sabias y atentas con las lámparas encendidas de nuestra fe cristiana y amor de Dios - una fe y amor que engendran y brotan en buenas obras - obras que promueven la gloria de Dios y ayudan a los hermanos y hermanas. Porque dice San Pablo "Vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día, no sois de la noche, ni de las tinieblas. Así pues...estemos vigilantes y despejados." (Thes.5,5)
La mujer hacendosa en la primera lectura es el mejor ejemplo de una vida de trabajo que pone su esfuerzo y talento al servicio de la familia y de los necesitados. Los dos hombres en el evangelio, también, usaron sus dones y talentos para producir más y agradar al Señor en el servicio de El y en la edificación de Su reino.
Porque no somos los dueños de los dones y talentos que hemos recibido. Dios es el dueño y nosotros, los servidores y administradores de esos dones y talentos, para usar según la voluntad de Dios y para el bien de los demás.
Jesús nos dice en el evangelio de hoy: “Que esperar el reino de Dios es, el mismo tiempo, trabajar para que se realice” y que todos hemos sido llamados a ese trabajo, aunque cada uno tenga cualidades distintas. Precisamente construir el reino de Dios consistirá en desarrollar las posibilidades que cada persona tiene según sus propias cualidades y los dones y talentos que ha recibido.
El servidor que escondió la moneda representa al flojo, al indiferente, al cobarde que no se arriesga por nada ni por nadie. Pero Dios ha querido necesitar la colaboración de todos. Dios quiere que cada uno haga lo que este a su alcance, lo que con buena voluntad es capaz de hacer. Y al que se esfuerza en lo poco, el Señor le ayuda en lo mucho; como dice el refrán: "ayúdate, que te ayudare."
Por eso hoy podemos preguntarnos que empeño le hacemos a las cosas? Buscamos la manera de salir adelante, o queremos mejor que Dios nos solucione los problemas y cuando no es así decimos que hemos perdido la fe?
A veces podemos creernos superiores a otras personas y despreciarlas porque descubrimos en nosotros mejores cualidades. Y pecamos por orgullo al atribuirnos el merito de lo que Dios nos dio.
Pero en ocasiones tenemos la tentación de creernos con menos cualidades de las que Dios nos ha dado. Por eso decimos tantas veces "yo no valgo para eso", "yo no soy capaz", "yo no se"... Y en realidad es la flojera, la comodidad o la cobardía, las que nos mueven a corrernos de tomar responsabilidades.
Si actuamos de este modo, estamos cometiendo un doble robo. Le robamos a Dios, porque no reconocemos las cualidades que nos ha dado y las queremos ocultar bajo la comodidad y la inferioridad. Y robamos a nuestros prójimos, porque con egoísmo guardamos para nosotros solos las cualidades que Dios nos dio para servir a los demás.
La palabra de Dios hoy es un llamado a nuestra responsabilidad, a que nos esforcemos para hacer crecer nuestras posibilidades. Y así daremos gloria a Dios y tendremos más oportunidad de servir a los hermanos.
Verdadera fe y amor autentico de Dios y de nuestro prójimo siempre nos guiara y nos animara en un servicio generoso al reino de Dios. Así nos preparemos bien, "vigilantes y despejados" para la venido del Señor.
Estamos llegando al último domingo de nuestro ano litúrgico cuando Jesucristo viene al fin del mundo como Rey del Universo. El próximo domingo celebraremos la Solemnidad de Cristo Rey. Por eso, como el domingo de hoy, las lecturas nos llaman a la atención de la preparación que debemos tener antes que llega El Señor. Que no somos personas necias, ni descuidadas, sin fe y amor de Dios, pero, personas sabias y atentas con las lámparas encendidas de nuestra fe cristiana y amor de Dios - una fe y amor que engendran y brotan en buenas obras - obras que promueven la gloria de Dios y ayudan a los hermanos y hermanas. Porque dice San Pablo "Vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día, no sois de la noche, ni de las tinieblas. Así pues...estemos vigilantes y despejados." (Thes.5,5)
La mujer hacendosa en la primera lectura es el mejor ejemplo de una vida de trabajo que pone su esfuerzo y talento al servicio de la familia y de los necesitados. Los dos hombres en el evangelio, también, usaron sus dones y talentos para producir más y agradar al Señor en el servicio de El y en la edificación de Su reino.
Porque no somos los dueños de los dones y talentos que hemos recibido. Dios es el dueño y nosotros, los servidores y administradores de esos dones y talentos, para usar según la voluntad de Dios y para el bien de los demás.
Jesús nos dice en el evangelio de hoy: “Que esperar el reino de Dios es, el mismo tiempo, trabajar para que se realice” y que todos hemos sido llamados a ese trabajo, aunque cada uno tenga cualidades distintas. Precisamente construir el reino de Dios consistirá en desarrollar las posibilidades que cada persona tiene según sus propias cualidades y los dones y talentos que ha recibido.
El servidor que escondió la moneda representa al flojo, al indiferente, al cobarde que no se arriesga por nada ni por nadie. Pero Dios ha querido necesitar la colaboración de todos. Dios quiere que cada uno haga lo que este a su alcance, lo que con buena voluntad es capaz de hacer. Y al que se esfuerza en lo poco, el Señor le ayuda en lo mucho; como dice el refrán: "ayúdate, que te ayudare."
Por eso hoy podemos preguntarnos que empeño le hacemos a las cosas? Buscamos la manera de salir adelante, o queremos mejor que Dios nos solucione los problemas y cuando no es así decimos que hemos perdido la fe?
A veces podemos creernos superiores a otras personas y despreciarlas porque descubrimos en nosotros mejores cualidades. Y pecamos por orgullo al atribuirnos el merito de lo que Dios nos dio.
Pero en ocasiones tenemos la tentación de creernos con menos cualidades de las que Dios nos ha dado. Por eso decimos tantas veces "yo no valgo para eso", "yo no soy capaz", "yo no se"... Y en realidad es la flojera, la comodidad o la cobardía, las que nos mueven a corrernos de tomar responsabilidades.
Si actuamos de este modo, estamos cometiendo un doble robo. Le robamos a Dios, porque no reconocemos las cualidades que nos ha dado y las queremos ocultar bajo la comodidad y la inferioridad. Y robamos a nuestros prójimos, porque con egoísmo guardamos para nosotros solos las cualidades que Dios nos dio para servir a los demás.
La palabra de Dios hoy es un llamado a nuestra responsabilidad, a que nos esforcemos para hacer crecer nuestras posibilidades. Y así daremos gloria a Dios y tendremos más oportunidad de servir a los hermanos.
Verdadera fe y amor autentico de Dios y de nuestro prójimo siempre nos guiara y nos animara en un servicio generoso al reino de Dios. Así nos preparemos bien, "vigilantes y despejados" para la venido del Señor.
Sunday, November 6, 2011
Trigesimo segundo Domingo del Tiempo Ordinario, 6 noviembre 2011
(Sabiduria 6, 12-16; Tesalon 4, 13-18; Mt. 25, 1-13)
Hoy con la palabola de las de las doncellas con las lamparas encendidas en las manos, nos invita a vivir de tal manera para entrar en el banquete de la vida eterna. El libro de la Sabiduria nos exhorta a buscar, encontrar y a poseer la verdadera sabiduria (1primera lect.). Mateo, toma de los hechos corrientes de la vida: las bodas de su tiempo. Jesus nos ensena: "Velad, porque no sabeis el dia ni la hora cuando venga el Hijo del hombre (Ev.). Pablo presenta la leccion sobre la suerte de los difunctos y los acontecimiento del fin del mundo(2nda lect.).
Las lecturas de hoy nos invitan a ser sabios y e esperar con lamparas encendidas en las manos. Muchas personas sencillas buscan y encuentran la verdadera sabiduria; en cambio muchos sabios ni la buscan ni la encuentran. La autentica sabiduria es un don. Las muchachas del evangelio, las atentas y preparadas, entraron a la fiesta, mientras las otras, por no estar preparadas, se vieron privadas de entraren la fiesta, la puerta se cerro. Lo principal en la leccion de hoy que nos da Jesus: estar preparados para que cunado llegue el esposo, poder entrar con El a la fiesta. Velar es estar alerta, despiertos, preparados, vigilantes. Lo importante es estar preparado y ser admitido a la fiesta. Velar es mirar al futuro para vivir el presente. El cristiano debe permanecer vigilante no solo en relacion con los ultimos tiempos, sino con nuestra propia muerte, y tambien con los mil momentos importantes de "encuentros con el Senor" que se van sucediendo en nuestra vida. Todo encuentro con El es gracia. El verdadero sabio es el que esta siempre preparado para recibir a su Senor teniendo en las manos la lampara encendida de la fe y de la caridad.
Hoy con la palabola de las de las doncellas con las lamparas encendidas en las manos, nos invita a vivir de tal manera para entrar en el banquete de la vida eterna. El libro de la Sabiduria nos exhorta a buscar, encontrar y a poseer la verdadera sabiduria (1primera lect.). Mateo, toma de los hechos corrientes de la vida: las bodas de su tiempo. Jesus nos ensena: "Velad, porque no sabeis el dia ni la hora cuando venga el Hijo del hombre (Ev.). Pablo presenta la leccion sobre la suerte de los difunctos y los acontecimiento del fin del mundo(2nda lect.).
Las lecturas de hoy nos invitan a ser sabios y e esperar con lamparas encendidas en las manos. Muchas personas sencillas buscan y encuentran la verdadera sabiduria; en cambio muchos sabios ni la buscan ni la encuentran. La autentica sabiduria es un don. Las muchachas del evangelio, las atentas y preparadas, entraron a la fiesta, mientras las otras, por no estar preparadas, se vieron privadas de entraren la fiesta, la puerta se cerro. Lo principal en la leccion de hoy que nos da Jesus: estar preparados para que cunado llegue el esposo, poder entrar con El a la fiesta. Velar es estar alerta, despiertos, preparados, vigilantes. Lo importante es estar preparado y ser admitido a la fiesta. Velar es mirar al futuro para vivir el presente. El cristiano debe permanecer vigilante no solo en relacion con los ultimos tiempos, sino con nuestra propia muerte, y tambien con los mil momentos importantes de "encuentros con el Senor" que se van sucediendo en nuestra vida. Todo encuentro con El es gracia. El verdadero sabio es el que esta siempre preparado para recibir a su Senor teniendo en las manos la lampara encendida de la fe y de la caridad.
Wednesday, November 2, 2011
Trigesimo primer Domingo del Tiempo Ordinario, 30 octubre 2011
(Malaquías 1, 14b-2b, 8-10; Tesalon 2, 7b-9; Mt. 23, 1-12)
En las lecturas de hoy, el Profeta Malaquías y Jesús critican duramente a las autoridades religiosas de su tiempo, por su hipocresía y por su modo interesado de realizar su ministerio. El Profeta lanza un ataque duro a los sacerdotes, de su época, porque ofrecen un culto vacío, hacen tropezar a muchos en la ley, por su mal ejemplo, invalidando el sentido de la alianza, hacen discriminaciones de personas, emplean una doble medida y se olvidan del servicio al pobre. (1prim lect). Jesús también reprocha a los escribas y fariseos su afán de ostentación, su falsedad cubierta de religiosidad, que hacen las cosas para ser vistos y que no cumplen lo que enseñan (Ev). Pablo refleja el aprecio que siente por la comunidad de Tesalónica porque ellos recibieron su mensaje no como palabra de hombres, sino que, como verdaderamente que es, la palabra de Dios mismo. Les dio a ellos también un ejemplo vivo y humilde de la autoridad religiosa al servicio de los demás (2nda lect).
Aunque las lecturas de hoy hablan de los sacerdotes de la antigua alianza y de los fariseos y escribas de la ley en el tiempo de Cristo, son dirigidos también a todas personas que tienen una responsabilidad y ministerio de autoridad y liderazgo en la comunidad, hasta a los padres de la familia que tienen que dar un buen ejemplo a sus hijos y guiarles con sabiduría y bondad, paciencia y amor.
Somos creados en la imagen y semejanza de Dios y podemos y debemos imitar el amor bondadoso y misericordioso del Padre y a Jesucristo como nuestro Buen Pastor y Maestro que nos guían por el buen camino hacia la vida eterna. Somos ungidos también por el Bautismo como miembros de Cristo Sacerdote, Cristo Profeta y Cristo Rey compartiendo en el mismo poder, responsabilidad y autoridad de cumplir nuestras propias vocaciones con toda confianza y amor en el servicio a Dios y a los demás.
Toda autoridad viene de Dios Padre todopoderoso como su fuente y origen y es un don de Dios para el servicio de la comunidad y a los demás. Aunque Jesucristo hablo muy fuerte contra el abuso de la autoridad, nos ha dado como nuestro Maestro y Salvador, el ejemplo mas humilde y hermoso de como nosotros debemos administrar esta autoridad a los unos a los otros y a los demas. En la Ultima Cena antes de morir en la cruz por nosotros, El lavo a los pies de Sus discipulos y nos dijo; "Como Yo he hecho por vosotros, vosotros también tienen que hacer, los unos por a los otros." No hemos venido a ser servidos sino a servir; ni al buscar nuestra propia interese y gloria sino la de la gloria de Dios nuestro Padre. Y las palabras que hemos transmitamos no son las palabras de hombre sino palabras de vida eterna - la Palabra de Dios mismo.
El servicio y testimonio de los que tienen el ministerio y responsibilidad de autoridad, tiene que incluir y abrazar todo lo bueno, todo lo verdadero, todo lo bello, todo lo justo, puro y santo en la promoción y desarrollo humano y divino de cada persona creada en la imagen y semejanza de Dios, Padre Hijo y Espíritu Santo. En anunciar la buena noticia de salvación a los Tesalonicenses y en el ejercicio de su ministerio de autoridad, San Pablo, imitando a Jesucristo, nos ha dado un ejemplo vivo de seguir en la entrega generosa y humilde de nuestra vida por amor a Dios y el servicio de la comunidad.
En las lecturas de hoy, el Profeta Malaquías y Jesús critican duramente a las autoridades religiosas de su tiempo, por su hipocresía y por su modo interesado de realizar su ministerio. El Profeta lanza un ataque duro a los sacerdotes, de su época, porque ofrecen un culto vacío, hacen tropezar a muchos en la ley, por su mal ejemplo, invalidando el sentido de la alianza, hacen discriminaciones de personas, emplean una doble medida y se olvidan del servicio al pobre. (1prim lect). Jesús también reprocha a los escribas y fariseos su afán de ostentación, su falsedad cubierta de religiosidad, que hacen las cosas para ser vistos y que no cumplen lo que enseñan (Ev). Pablo refleja el aprecio que siente por la comunidad de Tesalónica porque ellos recibieron su mensaje no como palabra de hombres, sino que, como verdaderamente que es, la palabra de Dios mismo. Les dio a ellos también un ejemplo vivo y humilde de la autoridad religiosa al servicio de los demás (2nda lect).
Aunque las lecturas de hoy hablan de los sacerdotes de la antigua alianza y de los fariseos y escribas de la ley en el tiempo de Cristo, son dirigidos también a todas personas que tienen una responsabilidad y ministerio de autoridad y liderazgo en la comunidad, hasta a los padres de la familia que tienen que dar un buen ejemplo a sus hijos y guiarles con sabiduría y bondad, paciencia y amor.
Somos creados en la imagen y semejanza de Dios y podemos y debemos imitar el amor bondadoso y misericordioso del Padre y a Jesucristo como nuestro Buen Pastor y Maestro que nos guían por el buen camino hacia la vida eterna. Somos ungidos también por el Bautismo como miembros de Cristo Sacerdote, Cristo Profeta y Cristo Rey compartiendo en el mismo poder, responsabilidad y autoridad de cumplir nuestras propias vocaciones con toda confianza y amor en el servicio a Dios y a los demás.
Toda autoridad viene de Dios Padre todopoderoso como su fuente y origen y es un don de Dios para el servicio de la comunidad y a los demás. Aunque Jesucristo hablo muy fuerte contra el abuso de la autoridad, nos ha dado como nuestro Maestro y Salvador, el ejemplo mas humilde y hermoso de como nosotros debemos administrar esta autoridad a los unos a los otros y a los demas. En la Ultima Cena antes de morir en la cruz por nosotros, El lavo a los pies de Sus discipulos y nos dijo; "Como Yo he hecho por vosotros, vosotros también tienen que hacer, los unos por a los otros." No hemos venido a ser servidos sino a servir; ni al buscar nuestra propia interese y gloria sino la de la gloria de Dios nuestro Padre. Y las palabras que hemos transmitamos no son las palabras de hombre sino palabras de vida eterna - la Palabra de Dios mismo.
El servicio y testimonio de los que tienen el ministerio y responsibilidad de autoridad, tiene que incluir y abrazar todo lo bueno, todo lo verdadero, todo lo bello, todo lo justo, puro y santo en la promoción y desarrollo humano y divino de cada persona creada en la imagen y semejanza de Dios, Padre Hijo y Espíritu Santo. En anunciar la buena noticia de salvación a los Tesalonicenses y en el ejercicio de su ministerio de autoridad, San Pablo, imitando a Jesucristo, nos ha dado un ejemplo vivo de seguir en la entrega generosa y humilde de nuestra vida por amor a Dios y el servicio de la comunidad.
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