Saturday, December 10, 2011

Tercer Domingo de Adviento, 11 diciembre 2011

(Is 61, 1-2a, 10-11; Tesal. 5, 16-24; Jn 1, 6-8, 19-28)

Este Domingo Tercero de Adviento se llama "Gaudete" de la Alegría.. San Pablo en la segunda lectura nos dice: " Estad siempre alegres en el Señor, os repito, estad alegres. El Señor esta cerca."Así nos dice. La alegría como el amor son los dos grandes dones que quiere Cristo que tengan Sus seguidores. Y la realidad es que todo el que ama esta alegre.
Gozo y alegría es el tema que corre por todo el tiempo de Adviento: una preparación para encontrar y experimentar el gozo y la alegría de la presencia del Señor en la celebración de Su Nacimiento.

"El que me ama, obedece Mis mandamientos, " dice el Señor y "el que obedece Mis mandamientos encuentra la verdadera alegría" en esta vida y se prepara para la vida y felicidad eternas. "Bienaventurados y dichosos son los que caminan por la Ley del Señor y la meditan día y noche ", dice el Salmo uno. Salmo ciento diez y nueve, dice: "Dichoso el hombre que sigue la Ley del Señor y la pone en practica."

Si encuentras en vuestra vida tristeza, buscáis en los diez mandamientos, el mandamiento o mandamientos que no estáis cumpliendo y encontrareis la causa de vuestra tristeza. Confiésalo, y encontraras de nuevo vuestra alegría. Esta es una promesa del Señor.

Cada vez que confesamos nuestros pecados en el sacramento de penitencia, también, recibimos la paz y alegría, Y cuando tomamos la Eucaristía y recibimos la Santa Comunión, recibimos el Cuerpo y Sangre gloriosos de Cristo Resucitado, fuente y origen de todas nuestras alegrías. Cuando ayudamos a alguien en sus necesidades, encontramos gozo .y alegria. En la hermosa oración de San Francisco de Asís nos dice que "es en dando, que se recibe, perdonando, que se es perdonado," alegrando que se es alegrado.

Jesucristo vino a este mundo no para condenarnos sino reconciliarnos y darnos Su paz y alegría, una paz y alegría que nadie puede arrebatar. El andaba curando los enfermos, resucitando los muertos, perdonando los pecadores, echando fuera a los demonios, trayendo buenas noticias para comunicar y compartir Su gozo y alegría, Su paz y nueva vida. Como dice en la primera lectura, "El Espíritu Santo esta sobre Mi, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos y a los prisioneros la libertad, para proclamar el ano de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo!" Y que inmensa era la alegría de las personas que Cristo tocaba! Brincaban con gozo y alegría! Es el mismo hoy en nuestro día. Que alegría sentimos cuando Cristo nos toca a nuestra vida!


Esta mañana yo recibí muy buenas noticias de una familia que yo he conocido de muchos anos. Su hijo estaba encarcelado siete anos y hoy recibió su (parole) libertad bajo palabra. Que inmensa era la alegría (y mía también) de sus padres y de toda su familia. Es una cosa maravillosa cuando la Palabra de Dios, que estamos celebrando en la Santa Misa, esta cumplida y realizada en el mismo día, en una manera personal, en nuestras vidas y en la vida de nuestros hermanos. Y así es, siempre. La Palabra de Dios es una palabra viva!


Adviento es vuestro tiempo para brillar, para ser profetas también de las buenas noticias de salvación porque fueron ungidos en el Bautismo con el mismo Espiritu Santo para traer la alegría y la paz de Cristo a los demás como Cristo nos ha ensenado y nos ha dado un ejemplo. Y como discípulos y seguidores de Cristo, nosotros continuamos Su misma obra salvadora en el mundo de hoy, en nuestras propias familias, comunidades e Iglesia.

Adviento es vuestro tiempo para difundir un poquito de la luz del sol, con una sonrisa, con una mano de amistad, fraternidad, reconciliación; una carta de Navidad; una llamada a personas con que no ha hablado por mucho tiempo; una visita a los enfermos, encarcelados, abandonados; una búsqueda al oveja perdida, alejada de la Iglesia o de la familia; compartir vuestra fe y animar la fe de los demás; cosas pequeñas y cosas grandes!

Que sean profetas animados por el Espíritu Santo que habita en vosotros, El gozo y alegría son frutos del Espíritu Santo. Si dejamos que el Espíritu Santo no se "apague" en nosotros, que sea un fuego vivo en nosotros - llama de amor viva - terminaremos siendo consagrados, santificados convertidos en un sacrificio y ofrenda de amor y alabanza agradable al Señor y verdaderos instrumentos en las manos de Dios de las dichosas y buenas noticias de la salvación para todos los hombres...Que la Virgen Santísima nos ayude a cumplir esta tarea nuestra en preparación para la celebración del nacimiento de su Hijo Jesucristo esta Navidad!.....Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor!

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