Monday, July 23, 2012
Decimosiete Domingo del Tiempo Ordinario, 22 julio 2012
HOMILÍA 17º DOMINGO TIEMPO ORDINARIO – 2012
CICLO “B”
1.- Las Lecturas
* Segundo Libro de los Reyes 4,42-44. Comerán y sobrará. Dios se vale de Eliseo y de su colaborador para alimentar a su pueblo hambriento.
* Salmo Responsorial 144. “Abres tú la mano, Señor, y nos sacias”. Ayúdanos, Señor, a abrir nuestro corazón y nuestras manos para compartir nuestros bienes con los empobrecidos y necesitados.
* Carta de san Pablo a los Efesios 4,1-6. Un solo cuerpo, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Dios nos llama a conformar nuestra vida según la vocación a la que Dios nos llama.
* Evangelio según san Juan 6,1-15. El Señor repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron. El mismo Señor nos invita a todos a escuchar el clamor de los pobres y a responder a ese clamor compartiendo nuestros bienes con ellos.
2.- Sugerencias para la Homilía
2.1.- Escuchar el clamor de los pobres y necesitados
No cerremos los ojos ante tantos seres humanos que carecen de lo más necesario para vivir o que pasan por momentos de dolor y sufrimiento por no tener trabajo ni lo suficiente para vivir.
No cerremos nuestros oídos ante el grito de tantos hombres y mujeres que piden ayuda y reclaman nuestra solidaridad y justicia….
No nos mostremos indiferentes ante el grito de tanto sufrimiento como si nosotros nada tuviéramos que ver con las situaciones de dolor, de hambre, de necesidad…que existen en el mundo…
A veces nos gusta más otras publicaciones y periódicos… que hablan de otras cosas, de otras situaciones… y que ni nos molestan ni nos interpelan…
Una estadística, unos estudios sobre el drama del hambre, de la miseria…han de llegar a nosotros…No los marginemos…
¡Señor! Abre nuestros ojos y despierta nuestros oídos para podamos ver y escuchar el clamor que se levanta desde tantos seres humanos que están a nuestro lado o que se encuentran lejos de nosotros.
2.2.- Responder a ese clamor
Somos conscientes de que no es suficiente conocer el problema del hambre, saber las medidas que es necesario tomar para resolver estos problemas. Hay que dar un paso más …
¿Qué podemos hacer ante estas situaciones tan dolorosas?
En pocas palabras os sugiero lo siguiente:
* Asumir el compromiso de trabajar a favor de los pobres
* Reavivar la caridad cristiana
* Educar para la justicia y la solidaridad
* Compartir nuestros bienes con los necesitados
* Llevar una vida sobria y austera
* Construir la civilización del amor
* Evitar la marginación, la exclusión y el hambre
* Colaborar con otras personas o instituciones gubernamentales
o no gubernamentales que atienden a los necesitados.
* Participar en CARITAS, expresión viva de la caridad de la
Parroquia o en otros Movimientos cristianos que atienden a
los pobres.
* Crear en las personas y en la misma sociedad una conciencia
de solidaridad y una inquietud constante de ayudar a los más
pobres de la tierra.
2.3.- ¿Qué estamos haciendo nosotros?
Ante esta situación actual, hemos de preguntarnos como personas y como cristianos: ¿qué estamos haciendo nosotros? ¿qué estoy haciendo yo?
Es el momento de ponernos ante el Señor y ante la humanidad sufriente y, con toda sinceridad, descubrir lo que estoy haciendo en beneficio o en perjuicio de los necesitados, lo que estoy dejando de hacer para ayudarles….
No nos quedemos en frases hechas, en expresiones generales…que quedan muy bien para un titular de prensa…, pero que, a veces, no llegan a nada pues se pierden en el vacío…
Es poco lo que cada uno puede hacer en estas circunstancias históricas…, pero hagámoslo…
Que el Señor nos ayude a responder con generosidad ante los necesitados: “Cristo, siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza” (IICort.8,6).
2.4.- Jesucristo está presente en el necesitado
Los cristianos sabemos que el Señor se ha quedado también en el pobre y en el necesitado. Él nos ha dicho: “Tuve hambre y me disteis de comer; estaba enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme…” (Mt.25,35-36).
Cuando nos acercamos a los necesitados y los ayudamos, es a Jesucristo a quien nos acercamos y ayudamos.
En el día del juicio, el Señor nos examinará sobre estos hechos….(cf. Mt.25).
¡Ayúdanos, Señor, a servirte en los más necesitados!
¡No consientas que pasemos de largo ante los heridos!
¡Danos la gracia de ser la Iglesia samaritana!
3.- De la Palabra a la Eucaristía
Jesús en la Eucaristía es el Pastor que se hace “pasto” para todos los que quieren alimentarse con el pan de la vida eterna y con su sangre que nos reconcilia con Dios y con los demás.
4.- De la Eucaristía a la Misión
Celebrar la Eucaristía, memorial sacramental de la muerte y de la resurrección de Jesucristo, nos ha de llevar a estar cerca de los pobres y a entregar nuestra vida por ellos. De la mesa de la Eucaristía hemos de pasar a poner nuestra mesa entre los pobres…
Terminamos. Unidos en la plegaria y en la oración
Cáceres, 22 de julio de 2012.
Florentino Muñoz Muñoz
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